A las victimas inocentes del 16/06/55

El 16 de junio de 1955 se produce uno de los hechos más vergonzoso de la historia argentina y curiosamente, como año a año, los herederos de las simpatías golpistas y genocidas, pretenden silenciar.

Aquella fatídica mañana, un grupo de militares sublevados contra el gobierno constitucional, aquel que el pueblo reeligiera por más del 62% de los votos en la persona de Juan Perón, planeo y realizó el atentado terrorista más atroz perpetrado jamás en nuestro suelo.

Utilizando aviones y bombas compradas con el dinero de los ciudadanos, (así como los sueldos de los asesinos que realizaron la salvajada); arrojaron en pleno día y sin ninguna advertencia ni aviso, miles de kilos de explosivos, produciendo una matanza de civiles indefensos que recibieron la metralla en la plaza pública, cerca del mediodía de un día como cualquier otro.

Las imágenes de aquella mañana son evidentes; gente desarmada corre tratando de esconderse de aviones que tiran bombas y metralla a matar, un trolebús incendiado con todo su pasaje asesinado. Muertos y heridos mutilados desparramados frente a la Casa Rosada,  con el terror de la incomprensión en el rostro.

Ese cobarde accionar de un grupete infame fue el bautismo de fuego para la aeronáutica nacional. Vergüenza que arrastrará el arma hasta el fin de los días.

Sólo podemos comprender su realización si entendemos que quisieron (y lograron) mostrar lo que podían hacer. Preveían ante un golpe de estado, una defensa masiva del pueblo, por eso los militares eligieron disciplinar a los ciudadanos con muerte y fuego.

Una minoría reaccionaria se preocupaba por la justicia social, por la distribución de la riqueza del 50%, por el crecimiento del proletariado obrero, por la existencia del estatuto del Peón Rural (que como erradicaba en el 46` el trabajo esclavo en los campos fue sacado por los genocidas y ladrones de la dictadura del 1976), se preocupaban por el IAPI. Se preocupaban porque los cabecitas negras estén un poco mejor.

Una minoría reaccionaria de militares, eclesiásticos, empresarios, hacendados, con las plumas compradas de una intelectualidad fatua y grasa, traicionaba al país.

La oligarquía de siempre más la injerencia extranjera contra un gobierno nacionalista, con industria propia, con ferrocarriles, con relaciones comerciales binacionales justas y convenientes. Los menos contra los más. La fuerza contra la razón.

El 16 de junio de 1955, se dispara la violencia sin sentido. Son los militares quienes prenden esa mecha para someter a la mayoría.

Luego del derrocamiento de Perón (septiembre de 1955) vendrán los fusilamientos de José León Suarez, con el General Valle a la cabeza y la espiral de violencia no se detendrá hasta el loco extremo de dividir al país en sectores previamente asignados conforme cargo y rama del ejercito para torturar, matar y robar, en un proceso de desfalco iniciado en  el 76`que nos costara más de 50 mil millones de dólares,  miles de víctimas y 50 años de atraso.

Revolución o Playa: a la memoria de los inocentes asesinados para que unos pocos se llenen de guita.